De seguro muchos de ustedes deben ser afectos a las series de diversas plataformas como todas las que existen hoy por hoy: Amazon, HBO, Netflix, Apple tv, Star +, etc. Y seguramente también sus hijos.
No era mi caso ni el de mi marido, habremos visto en toda nuestra vida 5 ó 6 series de ese tipo y de 4 capítulos en total, no más que eso. Sinceramente no nos da el tiempo, con tantos hijos que atender (tenemos 4), andamos a las corridas, entre trabajar, atender la casa, tareas, compras, trámites, etc. apenas si vemos algo salteado por Youtube o tal vez una película de vez en cuando.
Pero el otro día sucedió una situación, 3 de mis 4 hijos comenzaron a hablarme sobre una serie de la cual se había estrenado la 4ta temporada: “mamá mirá te muestro cómo empieza”, “te va a gustar”, “está buenísima!”, “porqué no ves el primer capítulo de la primera temporada así comprobás si te gusta?”, “si te gusta y te enganchás, vemos la serie desde la temporada 1”…Esos eran todos sus argumentos para convencerme, y también convencer a mi marido.
Sábado a la noche, mucho frío, ninguna peli definida para ver con él…y nos dejamos llevar. Terminamos los 6 sentados en el living a oscuras, con los parlantes a alto volumen (símil cine) viendo 3 capítulos al hilo y RE enganchados!
Yo creo que ese mundo de las series es un poco adictivo porque no pudimos parar. Sin embargo, algunos días después, en plena semana, cuando dijimos que solo veríamos un capítulo dado que se madrugaba al otro día, nos convencieron de ver 2. DESASTRE!!
Al otro día llegada tarde a la escuela, sueño en el trabajo, sueño para estudiar…todo mal!!
De todas formas rescato lo positivo: hacía varios meses que, exceptuando el período de vacaciones, no compartíamos algo con tanta intensidad como en este caso. Hacía tiempo que no estábamos los 6 tan compenetrados mirando algo todos juntos.
Últimamente se iba una hija con la tablet y los auriculares a su habitación, la otra a jugar o a estudiar en su compu, otro con el celu a ver tik tok, es decir la familia se desperdigaba por la casa y no compartíamos algo que pudiéramos comentar entre todos. Esto fue una experiencia graciosa porque los chicos nos arrastraron con ellos y sacando la mala experiencia del sueño de únicamente ese día en que se nos fue la mano, la verdad que nos divirtió. Es hermoso compartir cosas con los hijos, sea la que sea. Puede provenir de una propuesta de ellos, o nuestra. Hemos compartido infinidad de cosas a medida que fueron creciendo. Esta vez fue una serie. Vaya a saber qué será la próxima vez.
Escribo sobre madres que trabajan y crían a sus hijos. Acompaño a padres en distintas problemáticas y desafíos, en la crianza.