Cominezo esta nota definiendo lo sigueinte: ¿Qué consideramos patrimonio?; siendo esto algo bastante personal y discutible, podemos decir que es aquello que tiene un legado, un valor que se puede tomar de su significado o historia. Por lo tanto perderla implica un deterioro inevitable del concepto de identidad que la rodea, ya sea un barrio o una ciudad.
Modificar el pasado no es modificar un solo hecho: es anular sus consecuencias, que tienden a ser infinitas.
Jorge Luis Borges
Este artículo no está dirigido a intervenciones de esos edificios y espacios clasificados de patrimonio por instituciones como la Unesco, entre otras, sino para esas oportunidades que nos encontramos en la ciudad, esas que nos permiten revalorizar una obra que es parte de un barrio, y de una determinada característica, donde forman parte algo más grande, por esto, hay que reflexionar y darle una nueva oportunidad de revitalizarse. Esto implica un compromiso de parte nuestra de hacerlo con criterio y siempre desde el conocimiento de lo que manejamos y lo que queremos lograr.
Como primer paso es tomar la decisión que marque ese cambio, encontrar lo más valioso que nos da cada edifico y tomarlo como punto de partida, sea un patio, una fachada, o simplemente un material. Puesta en valor significado esto, alimentar los puntos fuertes que nos dan los edificios para poder destacarlos y devolverles ese valor perdido por los años.
Nuestra intención es importante como punto de partida y como resolución, siempre tratando de rescatar lo máximo posible de cada obra, hasta donde se pueda.
Dependiendo la obra va a ser más fácil o más difícil, por esto lo que importa es tomar las características no las formas, para no caer en la copia de algo que por su edad o material no puede ser lo mismo.
Siempre es importante completar con una pieza que haga apología y no copia de forma que resalte lo original del edifico y le devuelva sus características originales.
Castillo de Matrera
En este caso está el Castillo de Matrera (Cádiz, España), aunque es un caso bastante discutido, muestra a la perfección, el carácter original haciendo contraste total entre lo nuevo y lo viejo, en el uso de la materialidad, de esta forma resaltando y haciendo escala de sus proporciones originales.
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Muchas veces los edificios cambian de usos y los espacios quedan obsoletos, para esto encontramos la re funcionalización, como herramienta de conservación, donde siempre es necesario darle nuevo uso a los viejos edificios porque, de lo contrario, estos no pueden mantenerse; por esto siempre la re funcionalización es una forma de adaptarla a nuestras nuevas necesidades, sin tener que destruir y perder esa porción de ciudad.
Teatro Erotides de Campos
En el caso del Teatro Erotides de Campos (Piracicaba, Brazil) tenemos esta intención de revalorizar algo que el tiempo estaba consumiendo y darle una segunda oportunidad para seguir en pie, así se llegó a esta obra, donde, siempre se trató de mantener el carácter exterior; aunque se agregaran nuevas piezas, la lectura exterior siempre es la misma. En su trabajado interior pasa una situación similar donde hay contacto con esta envolvente de ladrillo que supone el galpón preexistente, se mantiene la forma original y su mismo techo, donde no se trata de ocultar, sino que se muestran estas partes como gesto de lo que fue anteriormente ese edifico.
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Muchas veces en estos casos pasa que el espacio original, es insuficiente para los nuevos usos, son estos casos donde nos vemos obligados a adjuntar nuevas piezas, salir del espacio existente y trabajar algo nuevo. En esto, siempre es un trabajo más fino de nuestra parte, porque implica una búsqueda de situaciones preexistentes en el edifico, como circulaciones o patios, que con una mala ocupación pueden terminar en un mal resultado, por eso, tenemos que hacernos la siguiente pegunta:
¿Qué necesita el edifico a rediseñar o diseñar? y como lo materializamos.
Capilla de Totihue
En este caso está la Capilla de Totihue (Sexta Región, Chile) que se trata de una ampliación de la misma. En esta intervención, el espacio nuevo es mayor en tamaño debido a sus nuevas exigencias, pero por forma, color y posición el edifico preexistente siempre es el foco. Por su altura mayor y su geometría cilíndrica siempre tiene un predominio visual, intencionado todavía más por su color blanco, que por contraste genera una percepción principal. En el interior sucede lo mismo, que haciendo una alusión a un ábside semicircular de una típica basílica, este cilindro funciona como remate de esta nueva pieza.
Cuando nos entramos con casos más históricos, empezamos a ver como la autenticidad y originalidad hacen a la diferencia, donde no cualquier pieza puede responder a ese rompecabezas inconcluso. En estos casos las restauraciones tienen un peso mayor sobre las nuevas intervenciones, pero no por esto una descarta la otra, sino que se trabaja en un nivel mayor de respeto una sobre la otra.
Rijks Museum
El nuevo Rijks Museum, (Ámsterdam, Holanda), es admirable el equilibrio entre lo nuevo y lo original a un nivel sumamente sutil. Es un caso a tomar aspectos, donde lo nuevo está en el detalle y la forma de mostrarlo. Estas obras siempre son un reto porque las pequeñas decisiones pueden hacer a la diferencia, sea un color o la apertura de espacios. También estas obras se trabajan de forma diferente, donde los sistemas constructivos no son invasivos, sino que se aplican y dan la posibilidad de que en un momento futuro se descarten y solo se mantenga el legado del edifico original.
El carácter siempre es importante en todos estos casos, porque es el alma de los edificios, donde cada tipo tiene sus características, y estas no tienen q ser destruidas, esto siempre lo podemos incentivar y desarrollar a través de la materialidad, recurso que es totalmente representativo, porque genera una continuidad, esto sumado a que el paso del el tiempo y las nuevas tecnologías nos permiten darle una nueva vuelta a lo ya utilizado en nuestras obras, como en el caso del edifico:
Eberhard Faber Pencil Factory 10
Desde New York, EEUU, una obra totalmente rehabilitadora de una fábrica de lápices y un gesto ya difundido en todo Brooklyn. En el trabajo de fachada vemos el uso de diferentes aceros como el acero corten. Un material nuevo que se corroe con el tiempo y genera un aspecto envejecido, pero dándole una protección al tiempo, al mismo tiempo. A partir de este material se interviene la fachada dando una lectura totalmente continua en su materialidad y respetuosa con su carácter de edificio.
Intervenir estos edificios no solo significa rescatar una obra en desuso, sino que nos permite mantener un pedazo de nuestro legado, intacto en el tiempo, algo que es representativo de cada lugar, permitiendo alimentar nuestra propia historia al mismo tiempo de revitalizar zonas y espacios muertos. Esto es algo cada vez más común en el mundo y abre puertas increíbles a la nueva arquitectura, creando casi un trabajo de restauración y colección de arquitectura. Donde la gran mayoría de las estructuras edilicias pueden tomar gran valor en el momento en que se la rescata.
La identidad es cambiante y dinámica y puede valorizar, desvalorizar y revalorizar aspectos formales o contenidos simbólicos de nuestro patrimonio.
Carta de Brasilea
Apasionado por la arquitectura y el diseño como herramienta para llegar a las personas con lo que nosotros somos en una forma expresiva. «La arquitectura es nuestro habitad y el diseño es quién lo nutre»